Tortugas
Las tortugas de dibujos animados nos han enseñado que las tortugas se esconden en sus caparazones cuando no quieren ser vistas, pero eso no es más que una ficción. Anatómicamente, las tortugas no entran en sus caparazones, porque son sus caparazones. Esto significa que, a diferencia de lo que siempre hemos creído, las tortugas en realidad no tienen un “caparazón”, sino que esa es la forma de sus cuerpos.

Como nos recuerda la usuaria de Twitter Ada McVean, el esqueleto de la tortuga tiene la forma de un caparazón, que está destinado a proteger sus órganos vitales. Las tortugas pueden retraer la cabeza debajo de sus caparazones, pero a diferencia de lo que nos enseñaron al crecer, no lo hacen para protegerse. Esto significa que, a diferencia de lo que la mayoría de la gente piensa, las tortugas no pueden salir de su caparazón, ya que crece con ellas.